En las enseñanzas budistas, la práctica de la recitación del nombre de Buda, es decir, pensar en Buda, ayuda a purificar la mente y a tratar enfermedades mentales como el estrés, la ansiedad y la depresión. Niệm (sati/anussati/anussarana) significa recordar, rememorar, contemplar, observar atentamente o dirigir la mente hacia un objeto mental, manteniéndolo vivo en la mente, ayudando a la mente a asentarse, a aquietarse y a aclararse. Es un entrenamiento mental, una transformación de la mente de la dispersión a la calma, de la impureza a la pureza, del mal a la bondad, de la oscuridad a la luz, del engaño a la iluminación.
Generalmente, la recitación tiene dos efectos: mantener la mente quieta, asentada y concentrada en el objeto (samatha), trayendo una profunda alegría y paz interior; y hacer que la mente esté despierta, lúcida, reconociendo claramente la naturaleza del objeto (vipassanà), ayudando al practicante a alcanzar la sabiduría y la liberación del sufrimiento.
Mente nublada por distracciones
El budismo propone varios objetos de contemplación, que ayudan al practicante a entrenar la mente. La recitación del nombre de Buda es uno de ellos, centrándose en las virtudes de Buda para cultivar la mente.
A menudo vivimos con la mente llena de recuerdos y planes, sin espacio para el descanso, lo que lleva al estrés, la ansiedad, la preocupación y la depresión. La mente no está en paz porque no se detiene, está obsesionada por el pasado, impulsada por el futuro, no reside en el presente. Los deseos nos atraen, haciendo que la mente gire, se tense y se canse en un mundo de emociones caóticas.
La mente está contaminada por distracciones mentales, es decir, recuerdos y pensamientos que la invaden constantemente, haciendo que fluctúe, gire y caiga en un vórtice de pensamiento dualista y discriminatorio, creando reacciones psicológicas de alegría y tristeza, amor y odio. La alegría y la tristeza, el amor y el odio son estados mentales contaminados y fluctuantes, que surgen de las distracciones, de la mente que discrimina y fantasea. Entonces, ¿qué son las distracciones mentales? Son los pensamientos, ideas, emociones, imágenes, sonidos… que aparecen en la mente de forma involuntaria, perturbando la concentración y causando sufrimiento e inquietud.
La recitación del nombre de Buda es una forma de traer la mente al presente, de asentarla en las nobles virtudes de Buda, haciendo que la mente se impregne de la naturaleza de Buda, sin dejar espacio para las distracciones y los pensamientos errantes. La recitación del nombre de Buda purifica la mente contaminada al concentrarse en pensar en Buda, residiendo en sus virtudes santas. Como la mente no se aparta de Buda, los pensamientos errantes y las distracciones no tienen oportunidad de entrar. Este es un método para mantener la mente quieta, clara y pura.
Además de la recitación del nombre de Buda, el practicante puede elegir otros objetos virtuosos para contemplar, como la recitación del Dharma, la Sangha, los Preceptos, la Generosidad, los Devas. Al concentrarse en estos objetos, la mente se asienta, se aquieta, se aclara y no se contamina con distracciones. Concentrarse en la bondad repele los pensamientos malignos y las ideas perversas, trayendo serenidad, alegría y liberando de la preocupación y el sufrimiento.
La recitación del nombre de Buda, del Dharma y de la Sangha es una práctica de cultivo mental fácil de realizar, que utiliza objetos virtuosos para la contemplación, la concentración y el asentamiento de la mente, ayudándola a estar atenta, quieta, clara, sin distracciones, sin girar ni contaminarse por los deseos, los pensamientos negativos y las distracciones. La contemplación es una forma de regular la mente, ayudándola a estar serena, asentada, quieta, clara, sin pánico, fluctuaciones, confusión, ni girando en torno a los deseos, alcanzando así la paz.