Según una encuesta reciente de Deloitte, aproximadamente la mitad de la Generación Z (52%) y los Millennials (49%) se sienten agotados en el trabajo. Esta cifra ha aumentado un 5% en comparación con 2022. Sin embargo, según la misma encuesta, hasta un 40% de los jóvenes tienen un segundo trabajo remunerado además de su empleo principal. Otros se preocupan por su salud mental y exigen una carga de trabajo más adecuada. Entonces, ¿qué tienen en común estas dos tendencias aparentemente opuestas? ¿Y qué es exactamente un «side job»?
Un «side job», también conocido como «trabajo extra», «trabajo secundario» o «side hustle», es un trabajo que se realiza además del trabajo principal a tiempo completo. A diferencia de un trabajo a tiempo parcial (part-time) con un horario fijo, un side job te permite flexibilidad en cuanto al tiempo y la cantidad de trabajo. Tus ingresos dependen de la cantidad de trabajo que realices: más trabajo, más paga; menos trabajo, menos paga. Tienes autonomía para elegir cuándo y dónde trabajar.
Para los jóvenes, un side job se considera una oportunidad para el desarrollo personal (27%), para perseguir sus aficiones (24%) o para buscar un equilibrio entre la vida personal y un trabajo principal estresante (24%). Un side job ofrece libertad, independencia financiera y control del tiempo, permitiéndote perseguir tus pasiones y desarrollar nuevas habilidades. También es una solución financiera eficaz, especialmente en un contexto económico inestable.
El movimiento «anti-work» (contra la cultura del exceso de trabajo) fomenta la reducción de la jornada laboral, cuestiona la eficacia del modelo de trabajo administrativo tradicional (de 9 a 5) y promueve el equilibrio entre la vida laboral y personal. El «lazy girl job» (trabajo para chicas perezosas), una rama de este movimiento, no promueve la pereza, sino que busca reducir la presión laboral, establecer límites personales y encontrar un trabajo que aporte valor.
Aunque un side hustle requiere más tiempo de trabajo, mientras que el anti-work promueve trabajar menos, ambos buscan el mismo objetivo: mejorar la calidad de vida y la autonomía. Ambos desafían la concepción tradicional del trabajo, cuestionando el significado del trabajo en la vida. Un side hustle permite experimentar con formas de trabajo no tradicionales, mientras que el anti-work cuestiona la eficacia del modelo de trabajo de 9 a 5.
En un contexto de inestabilidad económica, ambas tendencias son formas de adaptación para generar ingresos adicionales, asegurar la estabilidad financiera y proteger los derechos de los trabajadores. En última instancia, ambas apuntan a un humanismo mayor, en beneficio de las personas, cuestionando la naturaleza del trabajo y su papel en la vida cotidiana. Entonces, ¿qué es un trabajo significativo? Es un trabajo que te permite ser autónomo, expresarte, satisfacer tus necesidades de logro y brindarte satisfacción.