El uréter es un conducto tubular compuesto de músculo liso que se contrae para transportar la orina desde el riñón hasta la vejiga (cada uréter está conectado a un riñón). La longitud del uréter en un adulto es de aproximadamente 20 a 30 cm. Este conducto puede obstruirse e infectarse debido a diversas causas. Los casos que no se tratan a tiempo pueden provocar daño renal grave.
El uréter conecta el riñón con la vejiga. La mitad superior de cada uréter se encuentra en el abdomen, mientras que la mitad inferior se encuentra en la pelvis.
Cada persona tiene dos uréteres que conectan los dos riñones con la vejiga (un órgano ubicado en la pelvis). Los riñones se encuentran debajo de las costillas, hacia la mitad de la espalda. La pared del uréter está compuesta por tres capas:
- Capa externa: Compuesta de tejido conjuntivo fibroso.
- Capa media: Compuesta de músculo liso.
- Capa interna: Húmeda, protege la superficie de las células.
El uréter puede presentar algunas variaciones anatómicas como:
- Uréter doble: También conocido como riñón doble, es una variación anatómica común en la que dos uréteres se originan en un solo riñón.
- Uréter ectópico: El uréter no se conecta a la vejiga o se conecta en una ubicación incorrecta. Esto puede provocar que la orina fluya hacia la uretra, la vagina o la próstata, causando incontinencia urinaria.
- Ureterocele: Es una malformación congénita, un tumor que se desarrolla dentro del uréter y que al crecer estrecha la luz del uréter, dificultando el flujo de orina y causando dilatación del uréter por encima del estrechamiento, dilatación de la pelvis renal y, con el tiempo, la dilatación aumenta causando hidronefrosis, pionefrosis e insuficiencia renal. Esta condición se puede tratar con cirugía.
El uréter forma parte del sistema urinario. Su función principal es generar contracciones que impulsan la orina fuera del riñón hacia la vejiga. Este órgano funciona continuamente para garantizar que el proceso de excreción se lleve a cabo de manera estable.
Algunas patologías del uréter pueden ser congénitas, traumáticas o infecciosas. Esto desestabiliza el flujo de orina desde el riñón hasta la vejiga. En muchos casos, los desechos que se acumulan en el riñón provocan infecciones graves. Las siguientes son las lesiones más comunes:
- Estenosis ureteral: La estenosis ureteral causa obstrucción del flujo de orina, lo que provoca la acumulación de desechos en el riñón y puede causar daño o infección grave en el órgano. Las causas pueden ser traumatismos, cálculos renales, infecciones del tracto urinario o tumores. La causa más común es la acumulación de tejido cicatricial.
- Obstrucción ureteral: La obstrucción ureteral, si no se trata, puede provocar daño renal. Algunas de las causas principales incluyen: hiperplasia prostática benigna, cálculos renales, tumores, embarazo, trastornos sanguíneos o coágulos de sangre, cálculos ureterales, malformaciones congénitas.
- Cáncer de uréter: El cáncer de uréter es una afección en la que se forman células malignas en este órgano. Esta patología es poco frecuente y ocurre principalmente en hombres mayores. También es un factor de riesgo para el cáncer de vejiga.
- Reflujo vesicoureteral (RVU): Es una afección en la que la orina fluye de regreso desde la vejiga, a través del uréter, hacia el riñón. Si no se trata, el reflujo puede provocar hipertensión arterial y daño renal.
- Infección del tracto urinario: Las infecciones del tracto urinario pueden afectar cualquier órgano del sistema urinario, incluido el uréter. Esta afección generalmente es causada por la entrada de bacterias dañinas en la uretra.
- Cálculos ureterales: Es una afección en la que los cálculos renales viajan a través del uréter. Se forman cuando los desechos se acumulan y se endurecen en el riñón. Los cálculos pequeños pueden pasar fácilmente a través del uréter, pero los cálculos grandes pueden quedar atrapados, obstruyendo el flujo de orina.
A continuación, se presentan algunos hábitos positivos en la dieta, el estilo de vida y el ejercicio diario que ayudan a mantener el uréter sano:
- Beber mucha agua: Beber mucha agua ayuda al cuerpo a orinar con más frecuencia, lo que previene eficazmente los cálculos renales y ureterales.
- Controlar el peso: El sobrepeso es uno de los factores de riesgo relacionados con la enfermedad de cálculos (cálculos renales, cálculos ureterales). Por lo tanto, es importante mantener un peso saludable.
- Dormir lo suficiente: Dormir lo suficiente ayuda al cuerpo a descansar y recuperarse adecuadamente.
- Hacer ejercicio: El hábito del ejercicio puede formarse a partir de pequeñas actividades diarias como caminar, andar en bicicleta, bailar, hacer jardinería…
- Ajustar la dieta: La dieta afecta directamente la salud en general y el sistema urinario, incluido el uréter.