La vida de cada hombre está marcada por al menos dos mujeres importantes. Una es la Luz de Luna Blanca, la mujer que amó en su juventud. La otra es la Marca de Cinabrio, la mujer con la que se casa y con quien espera envejecer. La Luz de Luna Blanca representa un anhelo inalcanzable, mientras que la Marca de Cinabrio, una vez presente, es imborrable. La Luz de Luna Blanca es la bondad intangible, y la Marca de Cinabrio, el dolor que no se puede abrazar. Una es el amor no correspondido, la otra es el tesoro que no se supo valorar.
Representación de la Luz de Luna Blanca y la Marca de Cinabrio en la literatura
La marca de cinabrio, o lunar de cinabrio, se asocia a una huella imborrable en la mente del hombre, simbolizando a la mujer con la que se ha casado y comparte su vida. Este concepto, originario de la literatura china, posee una fuerte carga simbólica y se utiliza para expresar la nostalgia y el remordimiento por un primer amor no realizado (Luz de Luna Blanca) en contraste con la realidad del matrimonio (Marca de Cinabrio). A pesar de estar casado, el hombre recuerda la imagen de la mujer de su pasado, un amor puro e inocente que no llegó a buen término.