Hezbollah, también conocido como el Partido de Dios, es una poderosa organización política y militar chiíta en el Líbano. Fundada en 1982 durante la guerra civil libanesa, Hezbollah recibe un fuerte apoyo financiero y militar de Irán. Se considera una fuerza política clave en el Líbano, con escaños en el parlamento y participación en el gobierno. Sin embargo, muchos países occidentales y algunos países árabes la consideran una organización terrorista.
En 1982, en medio de la guerra civil libanesa (1975-1990), el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán estableció Hezbollah. Esto fue parte del esfuerzo de Irán por expandir la Revolución Islámica de 1979 por toda la región y contrarrestar a Israel después de su invasión del Líbano en 1982. Hezbollah comparte la ideología islámica chiíta con Irán y recluta a chiítas libaneses.
Hezbollah ha evolucionado de un grupo clandestino a una poderosa fuerza armada con gran poder en el Líbano. Estados Unidos y algunos gobiernos occidentales consideran a Hezbollah una organización terrorista.
Mientras que otros grupos depusieron las armas después de la guerra civil en el Líbano, Hezbollah mantuvo las suyas para luchar contra las fuerzas israelíes que ocupaban el sur del país. Años de guerra de guerrillas llevaron a la retirada de Israel en 2000.
Hezbollah demostró su destreza militar en 2006, durante una guerra de cinco semanas con Israel. La guerra estalló después de que Hezbollah se infiltrara en Israel, secuestrara a dos soldados y matara a varios otros. Hezbollah disparó miles de cohetes contra Israel durante esa guerra, que mató a 1.200 personas en el Líbano y a 158 israelíes.
La fuerza militar de Hezbollah aumentó aún más después de que el grupo entrara en Siria, otro aliado de Irán en la región, para ayudar al presidente Bashar al-Assad a luchar contra los rebeldes islamistas sunitas. Hezbollah posee una serie de armas avanzadas, incluidos misiles de precisión y drones, y afirma que puede atacar cualquier parte de Israel.
En 2021, el líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que el grupo tenía 100.000 combatientes. Irán proporciona armas y dinero a Hezbollah. Se estima que Irán ha transferido cientos de millones de dólares al grupo cada año en los últimos años.
Hezbollah tiene vínculos profundos con Hamás, el grupo que controla la Franja de Gaza, y con la Yihad Islámica Palestina, otra facción palestina respaldada por Irán. Hezbollah dijo que había estado «en contacto directo con el liderazgo de la resistencia palestina» el 7 de octubre, el día en que Hamás lanzó un ataque sin precedentes contra Israel.
Desde el 7 de octubre, Hezbollah se ha enfrentado repetidamente con Israel a través de la frontera. Hezbollah apoya a otros grupos respaldados por Irán en todo Oriente Medio, entrenando a algunas milicias en Irak y participando en combates allí. Arabia Saudita alega que Hezbollah ha luchado para apoyar a los hutíes, aliados de Irán en Yemen, pero Hezbollah lo niega.
La influencia de Hezbollah se deriva de las sofisticadas armas que posee, junto con el apoyo de los chiítas en el Líbano. Los partidos libaneses que se oponen a Hezbollah dicen que el grupo debilita al estado y arrastra al Líbano a conflictos armados. Hezbollah tiene ministros en el gobierno y diputados en el parlamento. El grupo ha participado de manera destacada en la política libanesa desde 2005.
Miembros de Hezbollah en el Líbano.
Hezbollah es considerado una organización terrorista por muchos países occidentales. También lo es por los estados árabes del Golfo aliados de Estados Unidos, incluida Arabia Saudita. La Unión Europea considera a la rama militar de Hezbollah como un grupo terrorista, pero no a su rama política. Argentina acusó a Hezbollah e Irán de llevar a cabo el atentado de 1994 contra un centro comunitario judío en Buenos Aires que mató a 85 personas, y el ataque de 1992 contra la embajada israelí en Buenos Aires que mató a 29. Tanto Irán como Hezbollah niegan su responsabilidad.