El término «disrupción» se refiere a una interrupción o alteración brusca, a menudo negativa, de un sistema, proceso o mercado establecido. En biología, la «disrupción circadiana» describe la alteración del sistema que regula los ciclos fisiológicos y conductuales diarios del cuerpo.
El ritmo circadiano, controlado por un sistema complejo que incluye un reloj biológico central en el cerebro y relojes periféricos en otros órganos, influye en procesos fisiológicos clave como el sueño, las hormonas y el metabolismo. La disrupción circadiana puede ser causada por diversos factores, como el cambio de zona horaria, el trabajo por turnos, la exposición a la luz artificial nocturna y otros factores relacionados con el estilo de vida.
Causas de la disrupción circadiana en el laboratorio y en la vida real.
Las consecuencias de la disrupción circadiana pueden ser variadas y graves, incluyendo trastornos del sueño, fatiga, disminución del rendimiento cognitivo y un mayor riesgo de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Por ejemplo, estudios demuestran que el trabajo nocturno puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y cáncer de mama.
Existen varios términos para describir la disrupción circadiana, como «desalineación circadiana», «desincronización circadiana», «cronodisrupción» y «jet lag social». Cada término tiene su propia definición y método de medición, pero todos se refieren a la alteración del sistema circadiano.
Medir la disrupción circadiana es un desafío, especialmente en estudios de campo. Los métodos actuales incluyen cuestionarios sobre el sueño, diarios de sueño, dispositivos de seguimiento de la actividad y la medición de los niveles de melatonina en sangre o saliva. Sin embargo, cada método tiene sus limitaciones. Por ejemplo, los diarios de sueño pueden ser inexactos debido a la subjetividad del registro, mientras que la medición de la melatonina requiere técnicas complejas y costosas.
Para comprender mejor el impacto de la disrupción circadiana en la salud, se necesitan más investigaciones con métodos de medición más precisos e integrales. Esto incluye la combinación de múltiples métodos de medición, el seguimiento a largo plazo y la consideración de factores individuales como el cronotipo. También es crucial desarrollar intervenciones eficaces para minimizar la disrupción circadiana, como ajustar los horarios de trabajo, optimizar la exposición a la luz y mantener un estilo de vida saludable. La investigación sobre la disrupción circadiana es un campo en rápido desarrollo con el potencial de mejorar significativamente la salud pública.