El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en los niños. Se suele diagnosticar en la infancia y a menudo continúa hasta la edad adulta. Los niños con TDAH pueden tener dificultades para prestar atención, controlar los impulsos o ser demasiado activos.
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo que generalmente comienza en la infancia. Se caracteriza por la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad, lo que dificulta el aprendizaje, el trabajo y las actividades diarias.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indican que casi el 11% de los niños de entre 2 y 17 años en ese país han sido diagnosticados con TDAH. Aproximadamente el 7,2% de los niños en todo el mundo son diagnosticados con este trastorno. La tasa de diagnóstico de TDAH en niños es el doble que en niñas.
Existen cuatro tipos diferentes de TDAH, y el diagnóstico específico lo determinará un médico según los síntomas. Los tipos comunes de TDAH incluyen:
1. Falta de atención (TDA) o Trastorno por Déficit de Atención
En este tipo de TDAH, los niños muestran falta de atención sin hiperactividad, y tienen dificultades para concentrarse en las actividades diarias.
2. Hiperactivo-impulsivo
Los niños hiperactivos-impulsivos se muestran inquietos, incapaces de quedarse quietos, tienen exceso de energía y hablan mucho. La impulsividad se manifiesta en interrumpir a los demás y no pensar antes de actuar. Este tipo es menos común y generalmente afecta a los niños más pequeños.
3. Combinado
En este tipo de TDAH, los síntomas de falta de atención e hiperactividad-impulsividad están presentes simultáneamente. Alrededor del 70% de los casos de TDAH son de tipo combinado.
4. TDAH no especificado
En este caso, los síntomas son lo suficientemente graves como para causar un deterioro funcional significativo, pero no cumplen con los criterios formales para el TDAH predominantemente inatento, hiperactivo-impulsivo o combinado. En este caso, un psiquiatra o psicólogo utilizará el TDAH no especificado como diagnóstico.
Los signos de TDAH generalmente aparecen antes de los 12 años. En algunos niños, los síntomas pueden aparecer a los 3 años. Los síntomas del TDAH pueden ser leves, moderados o severos, y pueden continuar hasta la edad adulta. Cada tipo de TDAH tiene diferentes síntomas. Algunos síntomas comunes del TDAH incluyen dificultad para concentrarse, olvido, distracción, inquietud, hiperactividad y dificultad para controlar los impulsos.
Los científicos aún no han determinado la causa exacta del TDAH, pero las investigaciones continúan. Los factores que pueden estar relacionados con el desarrollo del TDAH incluyen la genética, el ambiente o problemas neurológicos.
Los factores de riesgo para el TDAH incluyen: antecedentes familiares de TDAH u otros trastornos de salud mental; lesión cerebral traumática; exposición a toxinas durante el embarazo; consumo de alcohol y tabaco durante el embarazo; parto prematuro; bajo peso al nacer.
El TDAH no diagnosticado ni tratado puede dificultar la vida de una persona. Las complicaciones del TDAH incluyen: baja autoestima, depresión, trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, trastornos del sueño, trastorno del espectro autista, abuso de sustancias, comportamiento arriesgado e impulsivo, problemas en las interacciones sociales, bajo rendimiento académico e inestabilidad laboral.
Un niño debe ser diagnosticado con TDAH solo si los síntomas aparecen antes de los 12 años y causan problemas significativos en el hogar y la escuela. No hay una prueba específica para diagnosticar el TDAH. Un psiquiatra o psicólogo diagnosticará el trastorno mediante: un examen físico para descartar otras causas; recopilación de información sobre la salud actual, los antecedentes médicos personales y familiares; preguntas a familiares, maestros u otras personas que conozcan bien al niño para ayudar con el diagnóstico; criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría; escalas de calificación del TDAH para recopilar y verificar información sobre el niño.
El objetivo del tratamiento para el TDAH es mejorar los síntomas del niño. Para los niños menores de 5 años, los expertos recomiendan la intervención conductual de los padres como primer línea de tratamiento antes de considerar la medicación. En la mayoría de los casos, el mejor tratamiento para el TDAH en adolescentes y adultos es una combinación de terapia conductual y medicamentos. El tratamiento específico para el TDAH se determina en función de: la edad, el estado general de salud y los antecedentes médicos; la gravedad de los síntomas; la tolerancia a medicamentos o terapias específicos; las expectativas para el curso del trastorno.
El TDAH no se puede prevenir ni curar. Sin embargo, la detección temprana, la planificación educativa y el tratamiento adecuados pueden ayudar a los niños o adultos con TDAH a controlar sus síntomas.