El isópodo es un grupo de crustáceos pertenecientes al orden Isopoda, que comprende más de 10.000 especies, de las cuales unas 4.500 viven en el mar. Solo unas 20 especies pertenecen al género Bathynomus, comúnmente conocido como isópodo gigante. A menudo se les confunde con insectos, especialmente con cucarachas o escarabajos, debido a su apariencia.
A diferencia de sus parientes terrestres de pequeño tamaño, los isópodos marinos pueden alcanzar longitudes de 19 a casi 40 cm. Incluso, algunas especies «supergigantes» pueden llegar a medir más de 50 cm.
Se cree que el tamaño gigante del isópodo se debe a la adaptación a las duras condiciones de vida en las profundidades marinas, especialmente a las bajas temperaturas. Sin embargo, la causa exacta aún no ha sido determinada con claridad por los científicos.
En 2010, se descubrió un isópodo gigante de casi 80 cm de largo cuando se adhirió accidentalmente a un vehículo operado por control remoto (ROV) a una profundidad de 2,6 km.
El isópodo gigante tiene 14 patas, dos ojos que reflejan la luz y una boca con cuatro conjuntos de mandíbulas. Esta estructura bucal les permite triturar fácilmente caparazones duros y cadáveres de animales para alimentarse.
A pesar de su aspecto aterrador, el isópodo gigante no es agresivo. Tiene un metabolismo lento, suele estar en estado de hibernación y rara vez necesita alimentarse. Algunos isópodos en cautiverio pueden vivir hasta 5 años sin comer.
Como crustáceo carnívoro, el isópodo gigante come cualquier cosa que caiga al fondo del mar, incluidos cadáveres de animales y pequeños organismos marinos. Cuando se siente amenazado, se enrolla en una bola gracias a su duro caparazón para protegerse.
La compleja estructura bucal del isópodo gigante le permite realizar las funciones de un depredador, como apuñalar, desgarrar y destripar a sus presas. Su hábitat preferido son las aguas profundas, desde 170 hasta más de 2.100 m, donde la presión es alta y la temperatura baja (inferior a 4 °C).
La imagen de arriba muestra un isópodo gigante de casi 80 cm de largo encontrado en el Golfo de México en 2010. Se adhirió a un ROV a gran profundidad.
Dos isópodos gigantes fueron observados en la expedición de aguas profundas del sureste de los Estados Unidos en 2019.
En 1879, el zoólogo Alphonse Milne-Edwards describió por primera vez al isópodo gigante basándose en un espécimen recolectado en el Golfo de México. Este descubrimiento refutó la idea de un océano profundo sin vida.
El isópodo gigante no tiene valor comercial en la industria pesquera, pero es conocido por atacar a los peces atrapados en las redes. Aunque es de naturaleza dócil, puede causar heridas peligrosas con sus afiladas patas y mandíbulas.
El isópodo gigante se distribuye en el Atlántico occidental, desde Georgia (EE. UU.) hasta Brasil, incluyendo el Golfo de México y el Caribe. Las cuatro especies conocidas en el Atlántico son B. falusus, B. miyarei, B. maxeyorum y B. giganteus. Las especies restantes viven en el Índico-Pacífico.
Como importante carroñero de las profundidades marinas, el isópodo gigante vive a profundidades de 170 a 2.140 m, donde la presión es alta y la temperatura baja. Algunas especies viven en aguas menos profundas, de 22 a 280 m. El récord de profundidad registrado es de 2.500 m para la especie B. kensleyi.
Las investigaciones indican que la temporada de reproducción del isópodo gigante es la primavera y el invierno, debido a la escasez de alimentos en el verano.
El isópodo tiene un sistema digestivo y un metabolismo lentos. Tardan años en digerir los alimentos y excretarlos. El «piojo comelenguas» es un pariente cercano del isópodo.