El punto G (también conocido como punto Gräfenberg) es una zona erógena ubicada en la pared anterior de la vagina que, al ser estimulada, puede provocar gran excitación sexual. Su nombre se debe al ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, quien lo describió en un documento médico en 1950. Sin embargo, ya se había mencionado su existencia desde el siglo XI en la India.
Algunas mujeres afirman que la estimulación de esta zona produce una mayor lubricación vaginal. Otras indican que les proporciona orgasmos más intensos o facilita alcanzar el clímax durante la penetración. No obstante, muchas mujeres manifiestan no poder encontrarlo o dudan de su existencia.
¿Dónde se encuentra el Punto G?
En realidad, no es fácil localizar el punto G, incluso para personas con experiencia sexual. Desde el punto de vista médico, no se considera un órgano anatómico femenino, es decir, no existe una ubicación específica para definirlo. Se entiende como una zona o un punto cuya estimulación genera excitación en la mujer, una sensación subjetiva que varía de persona a persona.
Según el Dr. Nguyễn Hữu Công, ginecólogo del Hospital Tâm Anh de Hanói, el punto G suele situarse detrás del hueso púbico, cerca de la uretra, el esfínter uretral y la vejiga. Los estudios indican que se encuentra a entre 2 y 3 cm de la entrada de la vagina cuando la mujer está tumbada boca arriba. La ubicación puede variar, algunas mujeres lo sienten más arriba en la vagina, mientras que otras lo perciben más cerca de la abertura vaginal.
Cómo encontrar el Punto G
No es difícil intentar localizar el punto G. Existen dos métodos que las parejas pueden utilizar.
1. Estimulación manual
Si eres mujer, puedes explorar tu propia «zona misteriosa» con los dedos. Si eres hombre, puedes buscar y estimular esta zona en tu pareja de la siguiente manera:
Recuerda que al usar las manos para buscar el punto G, tanto la mujer como su pareja deben tener las uñas limpias y cortas, y realizar movimientos suaves para evitar lesiones o infecciones vaginales.
2. Estimulación oral
Además de la estimulación manual, el hombre puede buscar el punto G y excitar a su pareja mediante la estimulación oral. Tras unos preliminares que incluyan la estimulación de otras zonas erógenas, se puede usar la lengua para estimular el clítoris y la zona que rodea la vagina. Esto ayudará a lubricar la zona y prepararla para la penetración.
A continuación, el hombre puede introducir la lengua en la vagina, curvándola hacia arriba para buscar y tocar el punto G. Los movimientos lentos y suaves con la lengua también pueden ayudar a la mujer a alcanzar un alto grado de excitación.
Pareja disfrutando de las caricias previas al sexo
Posturas sexuales para estimular el Punto G
Existen algunas posturas sexuales que facilitan el acceso al punto G y, por lo tanto, aumentan la excitación durante el acto sexual:
1. El misionero (hombre arriba, mujer abajo)
Esta es la postura más tradicional y clásica, en la que el pene del hombre puede penetrar y explorar la vagina de la mujer con facilidad:
- La mujer se tumba boca arriba con las piernas abiertas.
- El hombre se coloca encima.
- Al penetrar, la mujer puede cerrar las piernas alrededor de la cintura del hombre y apretarlas cuando éste comience a moverse.
2. La postura del perrito
La mayoría de las parejas que prueban esta postura la encuentran placentera, ya que facilita la localización del punto G y aumenta la excitación de ambos:
- La mujer se coloca a cuatro patas.
- El hombre se arrodilla y penetra por detrás.
- Durante el coito, la mujer puede intentar deslizar las manos hacia adelante, bajar la espalda y levantar las caderas para encontrar la posición más placentera.
3. La mujer arriba
En esta postura «revolucionaria», la mujer controla el ángulo de penetración, la profundidad y el ritmo del acto sexual para encontrar y estimular su propio punto G:
- El hombre se tumba boca arriba.
- La mujer se sienta encima, apoyando las manos en la cama y las rodillas en el suelo.
- Puede variar los movimientos, balanceándose hacia arriba y hacia abajo o moviéndose de izquierda a derecha y viceversa para estimular el punto G.
Consejos para explorar el Punto G
Como se ha mencionado, el punto G no tiene una ubicación exacta. La única manera de encontrarlo y estimularlo es observando las reacciones del cuerpo de la mujer durante el acto sexual. La paciencia y la observación de sus expresiones corporales son fundamentales para realizar los ajustes necesarios y que ambos alcancen el máximo placer.
Además, el hombre puede aumentar la satisfacción y la excitación de la mujer con unos preliminares adecuados, estimulando otras zonas erógenas antes de usar las manos o el pene para la penetración. La estimulación previa de las zonas erógenas aumenta la excitación y la lubricación vaginal, facilitando la penetración.
La comunicación abierta sobre las zonas erógenas y las posturas sexuales preferidas es esencial para que la experiencia sexual sea plenamente satisfactoria para ambos.