El patriarcado es un sistema de creencias que exalta el rol y la posición del hombre en la familia. Esta definición se remonta a la época del Confucianismo, período en el que surgió este concepto. El patriarcado representa una mentalidad machista, donde solo el hombre se considera capaz de establecer, mantener una familia y, en términos más amplios, construir y desarrollar la sociedad. Por lo tanto, el hombre es visto como el pilar fundamental y el centro de la familia.
En aquella época, la mujer debía someterse a la autoridad del padre en su hogar, del esposo al casarse y del hijo mayor tras el fallecimiento del marido. La vida de la mujer estaba regida por los «tres obediencias»: obediencia al padre, obediencia al esposo y obediencia al hijo.
Según la última actualización del Diccionario de Cambridge, el patriarcado se define como un sistema donde la persona con autoridad tiende a actuar, pensar y tomar decisiones por los demás, imponiendo su voluntad. Aunque el comportamiento del patriarca pueda estar orientado al beneficio de otros, impide que estos desarrollen su propia responsabilidad y autonomía.
En la actualidad, el término «patriarcado» se utiliza a menudo para describir a personas autoritarias que imponen sus ideas y buscan controlar a los demás. Sin embargo, el patriarcado no se limita al ámbito familiar, sino que también puede manifestarse en el entorno laboral y social. Las personas patriarcales suelen ser controladoras, impositivas, conservadoras y poco receptivas a las opiniones ajenas.
¿Cómo es la personalidad de una persona patriarcal?
Lingüísticamente, el término «patriarcado» no tiene una connotación negativa. Simplemente se refiere a la persona que lidera, que tiene la capacidad de asumir responsabilidades importantes en la familia.
En cuanto a personalidad y actitud, las personas patriarcales tienden a ser autoritarias, conservadoras, controladoras e imponen su voluntad a los demás. Suelen ser extremistas, rígidos, irritables y propensos a la ira. Debido a su carácter decidido, a menudo alcanzan el éxito profesional. Sin embargo, suelen tener dificultades en la comunicación y la gestión de equipos.
En el ámbito familiar, estas personas crean un ambiente tenso y opresivo, propicio para los conflictos, lo que genera distanciamiento entre los miembros de la familia.
El patriarca toma decisiones por los demás. Aunque estas decisiones puedan ser beneficiosas, limitan la autonomía y la capacidad de asumir responsabilidades de los otros miembros de la familia. El hecho de decidir constantemente por los demás, incluso con la mejor intención, coarta su libertad. En el contexto específico de la relación padre-hijo, este comportamiento limita el derecho a decidir y la capacidad de autogestión de los hijos.
¿Cuáles son las señales de un hombre patriarcal?
Una vez comprendido el origen y el concepto de patriarcado, es fácil entender por qué los hombres con las siguientes características se consideran patriarcales.
- Deseo de controlarlo todo.
- Necesidad de que los demás se sometan a su voluntad.
- Creencia de que siempre tiene la razón.
- Expectativa de que los demás dependan de su ayuda.
- Convencimiento de que las tareas del hogar son responsabilidad exclusiva de la mujer.
- Predisposición a usar la violencia para lograr sus objetivos.
- Creencia de ser el más capacitado en todos los ámbitos.
- Convicción de que sus decisiones benefician a todos.
- Subestimación de las capacidades de los demás.
- Control sobre los recursos económicos, el conocimiento y las decisiones de otros.
Además, algunas creencias patriarcales en relación con las mujeres incluyen:
- La idea de que las mujeres deben encargarse de las tareas del hogar.
- La negación del derecho de las mujeres a participar en las decisiones familiares.
En general, estas características de personalidad refuerzan la creencia de que sus decisiones son las correctas y buscan el bienestar de todos, perpetuando así el patriarcado a nivel individual y sistémico, tanto en la familia como en otras organizaciones.
Preguntas frecuentes
¿Es bueno ser un hombre patriarcal?
Para responder a esta pregunta, es necesario comprender algunos conceptos ampliados sobre el patriarcado.
Steve Corbett y Brian Fikkert, autores, activistas comunitarios e investigadores de desarrollo económico, publicaron un libro sobre el paternalismo y lo clasificaron en cinco tipos: paternalismo de recursos, paternalismo espiritual/religioso, paternalismo de conocimiento, paternalismo de mano de obra y paternalismo administrativo. Cada tipo tiene sus propias características.
Entonces, ¿es bueno ser un hombre patriarcal?
En realidad, para las personas dependientes y sin autonomía, la cercanía de un hombre patriarcal puede ser necesaria. Por el contrario, una mujer segura de sí misma, independiente y con capacidad de autocuidado, probablemente no necesite un hombre patriarcal que tome todas las decisiones por ella. Como se ha analizado, el patriarcado, en cualquier ámbito, implica una sobreprotección, una provisión excesiva acompañada de control y una falta de consideración hacia los demás. En el contexto de una relación de pareja o familiar, los beneficios o perjuicios de esta personalidad dependen de la percepción de cada miembro. Pueden darse diferentes situaciones.
¿Qué es una mujer patriarcal? ¿Pueden las mujeres ser patriarcales?
Como se mencionó anteriormente, el patriarcado es un concepto y un sistema de creencias que se originó en la época del Confucianismo, representando la ideología machista. En ese entonces, el término «patriarcal» se usaba exclusivamente para referirse a los hombres, como un residuo de la sociedad feudal. En aquella época, las mujeres no eran valoradas en la familia, sino que se las consideraba responsables del cuidado del hogar y la procreación. Sin embargo, con el desarrollo de la sociedad y la ciencia, «patriarcal» se ha convertido en un adjetivo que describe características que pueden estar presentes tanto en hombres como en mujeres, en diversos contextos: familia, empresa, organización, sociedad, etc., y ya no se limita al ámbito familiar.
Sin embargo, cuando el término «patriarcal» se utiliza para describir a una mujer, a menudo se recibe con una actitud más positiva. Una mujer patriarcal suele ser elogiada por su autonomía, independencia financiera y capacidad para cuidar de los demás.
Conclusión
En resumen, el patriarcado es un concepto que surge de la ideología machista de la época confuciana, que exaltaba el rol y las capacidades del hombre, minimizando la posición de la mujer y otorgando al hombre el poder de decisión en la familia y la sociedad. A lo largo de la historia, el modelo de una persona que controla la producción, la provisión y las decisiones de los demás miembros del sistema se ha repetido en diversos contextos y con diferentes características. Hoy en día, el término «patriarcal» se ha generalizado para referirse a personas de cualquier clase social y género.
Comprender el origen y el concepto de patriarcado permite entender cómo piensan y actúan las personas patriarcales, cómo interpretan la realidad desde su perspectiva y por qué repiten ciertos comportamientos.
