El pez limpiacristales, un pez común en acuarios, se llama Plecostomus o Hypostomus plecostomus en inglés. También se le conoce con otros nombres como pez chupa algas, pez diablo o pez gato.
El pez limpiacristales pertenece a la familia Loricariidae, originaria de América Central y del Sur. Vive principalmente en la cuenca del río Amazonas y otras aguas dulces.
Esta especie se adapta a diversas condiciones ambientales, desde aguas estancadas hasta corrientes rápidas, desde estanques poco profundos hasta lagos profundos. Puede tolerar altos niveles de contaminación del agua y bajos niveles de oxígeno disuelto.
El pez limpiacristales tiene un amplio rango de temperatura, pudiendo vivir en zonas tropicales y en lugares con temperaturas frías en invierno. Su capacidad para moverse en tierra por distancias cortas le permite trasladarse de un cuerpo de agua a otro. Su amplio nicho ecológico y su resistencia lo convierten en una especie invasora ideal.
Su principal alimento son las algas que se adhieren al fondo rocoso o a la superficie de las plantas. Es principalmente nocturno y se considera bastante «pacífico» con otras especies de peces, pero a veces puede ser agresivo con sus congéneres.
En nuevos entornos, algunas especies de pez limpiacristales pueden alcanzar los 70 cm de tamaño, mientras que en su hábitat natural solo llegan a unos 30 cm. Esto es bastante común en las especies invasoras.
El impacto ambiental del pez limpiacristales aún no se conoce completamente. Sin embargo, en algunos lugares, su abundancia ha provocado la disminución de algunas especies de peces nativos. En el delta del Mekong, el pez limpiacristales aparece con alta densidad en muchas provincias, especialmente en estanques de acuicultura, posiblemente debido al alto contenido de nutrientes que genera un gran crecimiento de algas.
El control del pez limpiacristales es bastante difícil una vez que se ha establecido con una alta densidad. En los estanques de acuicultura, el drenaje y la limpieza pueden controlarlo, pero este método es difícil de aplicar en las áreas de conservación natural.
Algunos estudios indican que el pez limpiacristales puede ser parasitado por larvas de moluscos bajo la piel, lo que facilita la infección por otros hongos parásitos que causan la muerte. Este resultado sugiere el uso de agentes biológicos para su control. Sin embargo, el uso de agentes biológicos requiere una investigación exhaustiva y costosa para garantizar la seguridad. Mientras se espera una medida de control definitiva, las personas que detecten peces limpiacristales pueden ayudar retirándolos de las masas de agua tanto como sea posible.