La Fiesta de Fin de Año (Tất Niên) es una antigua tradición en la cultura vietnamita que se celebra al final del año lunar. Es una ocasión para agradecer al cielo, la tierra, las deidades y los antepasados por su protección durante el año que termina. También es una oportunidad para que las familias se reúnan, compartan comidas y reflexionen sobre el año pasado.
La ceremonia de Tất Niên suele tener lugar el último día del año (30 o 29 de diciembre del calendario lunar, dependiendo del año). La comida tradicionalmente incluye platos como bánh chưng (pastel de arroz glutinoso cuadrado), bánh tét (pastel de arroz glutinoso cilíndrico), xôi gấc (arroz glutinoso con gac), pollo y otras especialidades regionales.
Tất Niên no solo tiene un significado espiritual, sino que también es una oportunidad para fortalecer los lazos familiares, crear un ambiente acogedor y esperar un nuevo año lleno de esperanza y alegría. Además de la ceremonia, la gente suele visitar a familiares, amigos y colegas para intercambiar buenos deseos para el nuevo año.
Hoy en día, además de las celebraciones familiares, muchas empresas y organizaciones también organizan fiestas de fin de año para sus empleados. Estas fiestas son una ocasión para celebrar los logros del año, despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo. Es una oportunidad para que las familias, amigos y colegas se reúnan, creando un ambiente cálido y festivo y fortaleciendo las relaciones.
Las fiestas de fin de año suelen incluir actividades como: repasar los recuerdos, logros y desafíos del año pasado; crear oportunidades para que las personas interactúen, compartan y se comprendan mejor; actuaciones artísticas y juegos para animar el ambiente; disfrutar de deliciosas comidas, especialmente platos tradicionales o especialidades locales; y entregar regalos de agradecimiento, premios o recompensas a las personas o equipos con logros sobresalientes.
Las fiestas de fin de año se pueden celebrar en casa, en restaurantes o en otros lugares, según el tamaño y el propósito del evento. Independientemente de dónde se celebren, siempre traen alegría, unión y esperanza para el nuevo año.
La asistencia a la fiesta de fin de año de la empresa no suele ser obligatoria. Se considera una actividad social para fomentar el espíritu de equipo y la cohesión entre los empleados. Sin embargo, la presencia de los empleados en estos eventos puede ser muy recomendable, ya que ayuda a crear un ambiente de trabajo más amigable y unido.
Si por motivos personales o de salud no puede asistir, generalmente puede informar con antelación a su gerente o al departamento de organización del evento. Lo importante es asegurarse de que todos se sientan cómodos y no se vean obligados a participar en ninguna actividad. Según la ley, los empleados tienen derecho a elegir libremente si participan en las actividades sociales de la empresa.
