La sífilis, también conocida como lúes, es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum. Esta enfermedad puede causar daños graves al organismo si no se trata a tiempo. El período de incubación de la sífilis es de aproximadamente 21 días desde que la bacteria entra en el cuerpo. Las lesiones suelen aparecer después de unas 3-4 semanas de la infección. Este es el momento ideal para realizar una prueba de sífilis y obtener resultados precisos.
Las pruebas de sífilis son exámenes complejos para el diagnóstico y la detección de la enfermedad, que ayudan a detectar precozmente el riesgo de padecerla para poder realizar una intervención médica oportuna. Actualmente existen tres métodos comunes para detectar la sífilis: RPR, TPPA y VDRL.
La prueba de RPR (Rapid Plasma Reagin) detecta anticuerpos contra la sífilis en la sangre. Esta prueba ayuda a diferenciar la bacteria de la sífilis de otras bacterias que causan enfermedades en la primera prueba de sífilis. Además, esta prueba también juega un papel en el seguimiento de la progresión del tratamiento de la enfermedad en personas que ya han sido diagnosticadas con la infección, así como en la evaluación de la eficacia del tratamiento. Si el número de anticuerpos tiende a disminuir, significa que el paciente está respondiendo bien al tratamiento. Por el contrario, si el número de anticuerpos tiende a aumentar o no cambia, es necesario revisar y ajustar el método de tratamiento o sustituirlo por otro. Si la prueba de RPR da negativo, significa que la persona examinada no tiene la enfermedad. En caso de resultado positivo, es posible que la persona tenga la enfermedad y, para estar seguros, los médicos suelen solicitar una prueba de TPHA adicional.
La prueba de TPHA (Treponema pallidum Hemagglutination Assay) se utiliza para determinar la presencia de anticuerpos contra la bacteria Treponema pallidum en el plasma (también llamado suero) de una persona con sífilis. Esta prueba se basa en el principio de la reacción de aglutinación. Cuando hay una invasión de bacterias o cualquier agente extraño en el cuerpo (antígeno), la barrera inmunológica en la sangre se activa para rodear y destruir ese agente, al mismo tiempo que crea una reacción que produce anticuerpos. Los anticuerpos producidos correspondientes aglutinarán y neutralizarán el antígeno para limitar su propagación. Si la prueba da negativo, significa que no se ha encontrado la bacteria de la sífilis; por el contrario, si el resultado es positivo, es probable que la persona examinada esté infectada.
La prueba de VDRL (Venereal Disease Research Laboratory) también es una prueba que detecta anticuerpos contra la sífilis. Esta prueba puede realizarse en sangre o líquido cefalorraquídeo. La prueba de VDRL busca anticuerpos que el cuerpo produce en respuesta a los antígenos de las células atacadas por las bacterias. Un resultado negativo de la prueba de VDRL para anticuerpos contra la sífilis puede indicar que la persona examinada no tiene sífilis. Si la prueba da positivo, la persona puede tener la enfermedad.
Los síntomas de la sífilis suelen aparecer entre 1 y 3 meses después de la infección. En el cuerpo del paciente comienzan a aparecer llagas inflamadas redondas u ovaladas, duras, rojas, indoloras y sin picazón en los genitales, el recto, alrededor del ano y la garganta. Entre 4 y 10 llagas que desaparecen entrarán en contacto con la sangre y se extenderán por todo el cuerpo. Entonces, el paciente verá lesiones en las membranas mucosas, manchas rojas en el centro con corrosión o ulceración. Otros síntomas que la acompañan son fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, fatiga, pérdida de peso y ganglios linfáticos inflamados en ambas ingles. Cuando aparecen llagas en el cuerpo, el paciente no debe confiarse, sino que debe acudir inmediatamente a un centro médico especializado de confianza para que le examinen, le realicen las pruebas necesarias y le diagnostiquen y traten a tiempo.
Las mujeres embarazadas deben someterse a pruebas de detección de la sífilis como parte de su atención médica habitual. Además, si el paciente está siendo tratado por otras enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea, las verrugas genitales, el herpes genital o el VIH, el médico también le indicará una prueba de sífilis. La detección y el tratamiento oportunos de la sífilis son cruciales para prevenir las peligrosas complicaciones de la enfermedad.