La deficiencia de Yang del bazo es una condición en la que la energía Yang del bazo se debilita, causando un desequilibrio del Yin y el Yang y provocando disfunciones en este órgano. Este término se utiliza comúnmente en la Medicina Tradicional China y puede tratarse con métodos de la medicina oriental. La deficiencia de Yang del bazo a menudo se acompaña de la deficiencia de Yang del riñón, formando la deficiencia de Yang del bazo y el riñón.
El bazo incluye órganos como el estómago, el intestino grueso, el intestino delgado, el páncreas, las glándulas salivales, etc. Estos órganos juegan un papel importante en la digestión y la absorción de nutrientes para el cuerpo. Además, el bazo también contribuye al desarrollo muscular y de las extremidades.
Según la Medicina Tradicional China, el bazo y el estómago son la raíz del Qi adquirido, la fuente de la energía vital y la sangre que nutre todo el cuerpo. El bazo controla la transformación y el transporte, tiene la función de digerir y absorber los alimentos, transformándolos en esencia para nutrir los demás órganos. Cuando el Yang del bazo es deficiente, la función de transformación y transporte se reduce, causando muchos síntomas como falta de apetito, distensión abdominal, indigestión, diarrea, heces blandas, fatiga, manos y pies fríos, y palidez.
Las causas de la deficiencia de Yang del bazo incluyen: una dieta inadecuada, consumo excesivo de alimentos fríos y crudos, trabajo excesivo, preocupación excesiva, estrés prolongado, abuso de alcohol y tabaco, y enfermedades crónicas del sistema digestivo.
Si no se trata a tiempo, la deficiencia de Yang del bazo puede afectar gravemente la salud y causar muchas complicaciones peligrosas. Los métodos para tratar la deficiencia de Yang del bazo incluyen: medicamentos de la medicina tradicional china, acupuntura, acupresión, masajes, combinados con una dieta y un estilo de vida adecuados.
Para prevenir la deficiencia de Yang del bazo, es necesario tener una dieta científica, complementar la nutrición adecuadamente, comer más alimentos que fortalezcan el bazo y lo calienten como jengibre, ajo, cebolla, carne de res, carne de cabra; limitar el consumo de alimentos fríos, crudos y grasos; llevar un estilo de vida moderado, evitar el trabajo excesivo y mantener una mentalidad relajada y optimista.