El 2 de septiembre es el Día Nacional de Vietnam, que conmemora la lectura de la Declaración de Independencia por parte del Presidente Ho Chi Minh en la plaza Ba Dinh, Hanói, dando origen a la República Democrática de Vietnam, hoy República Socialista de Vietnam.
Tras el triunfo de la insurrección en Hanói y el norte del país, el 25 de agosto, el Presidente Ho Chi Minh regresó del cuartel general a las afueras de Hanói. Al día siguiente, el Comité Central lo recibió en el segundo piso del número 48 de la calle Hang Ngang, Hanói, para dirigir directamente el movimiento. Presidió la reunión del Comité Central Permanente del Partido para discutir asuntos nacionales e internacionales, y decidió organizar urgentemente la presentación del gobierno provisional.
Desde la madrugada del 2 de septiembre, decenas de miles de personas, vestidas con sus mejores galas y ondeando banderas, se congregaron en la plaza Ba Dinh de Hanói. Pancartas con letras doradas sobre fondo rojo en vietnamita, inglés, francés, chino y ruso adornaban las calles.
El entusiasmo y la determinación del pueblo se expresaban en lemas como: «Vietnam es para los vietnamitas», «Independencia o muerte», «Apoyo al Presidente Ho Chi Minh». Se erigió una sencilla tribuna de madera en medio de la solemne plaza Ba Dinh. La milicia y las unidades del Ejército de Liberación, con sus uniformes y gorras, se alineaban en formación frente a la tribuna. Los soldados revolucionarios que habían luchado valientemente en Bac Son y Vu Nhai, logrando victorias en Na Ngan y Phai Khat, ahora sostenían firmemente sus armas, comprometidos con la protección de la recién nacida independencia. Más de 500.000 personas, representantes de todos los sectores de la sociedad, esperaban con entusiasmo el nacimiento del nuevo régimen: la República Democrática de Vietnam.
Simultáneamente, se celebraban grandes mítines en Hue, Saigón y otras ciudades. Millones de corazones latían con expectación, mirando hacia Hanói y esperando el momento más sagrado.
A las 2 de la tarde, el Presidente Ho Chi Minh y los líderes del Gobierno provisional subieron a la tribuna. La heroica melodía del «Himno de la Marcha Militar» resonó, y todas las miradas se dirigieron a la brillante bandera roja con la estrella dorada que se izaba lentamente al ritmo de la canción. Decenas de miles de manos se entrelazaron y se alzaron, mostrando determinación y una férrea voluntad al saludar la gloriosa bandera de la patria.
En la gran tribuna de la histórica plaza Ba Dinh, ante la multitud reunida, el Presidente Ho Chi Minh, en nombre del Gobierno provisional, leyó solemnemente la Declaración de Independencia, proclamando al pueblo y al mundo entero que, a partir de ese momento, nacía la República Democrática de Vietnam.
El Presidente Ho Chi Minh afirmó: «Un pueblo que ha luchado valientemente contra el yugo colonial francés durante más de 80 años, un pueblo que se ha unido a los Aliados contra el fascismo durante varios años, ese pueblo debe ser libre, ese pueblo debe ser independiente!… Vietnam tiene derecho a la libertad y la independencia, y de hecho se ha convertido en un país libre e independiente. Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar toda su energía y recursos, su vida y sus posesiones, a defender esa libertad e independencia».
La mención del Día Nacional del 2 de septiembre evoca en el corazón de cada vietnamita sentimientos sagrados, emoción, orgullo y patriotismo. Es también una ocasión para que todos los vietnamitas, incluidos los que viven en el extranjero, recuerden a los héroes que se sacrificaron con valentía y agradezcan la labor del gran Ho Chi Minh, héroe nacional. Con la llegada del Día Nacional, recordemos el significado histórico de esta importante festividad.
Para cualquier vietnamita, el 2 de septiembre tiene un significado imborrable. El 2 de septiembre de 1945 pasó a la historia como el día de la independencia nacional, que puso fin al régimen colonial feudal en el país e inauguró una nueva era: la era de la independencia nacional y el socialismo. En la histórica plaza Ba Dinh, ante más de 500.000 personas, el Presidente Ho Chi Minh, en nombre del gobierno provisional, leyó la Declaración de Independencia, proclamando al pueblo vietnamita y al mundo el nacimiento de la República Democrática de Vietnam. Dada su trascendencia histórica, el 2 de septiembre se convirtió en el Día Nacional de Vietnam. El 2 de septiembre es un hito brillante, un «testigo de la historia». Aunque el tiempo haya pasado, las gloriosas hazañas de la nación perduran, junto con la inmortal Declaración, que las generaciones futuras jamás olvidarán.
El Día Nacional del 2 de septiembre no solo tiene un gran significado histórico, sino que también sirve como un recordatorio para las jóvenes generaciones, nacidas en tiempos de paz, que no han presenciado la división del país, las armas ni la guerra, de que deben estudiar y formarse constantemente para ser dignas de las palabras del Presidente Ho Chi Minh: «Donde se necesita a la juventud, allí está; cualquier tarea difícil, la juventud la asume». También es una oportunidad para educar en el orgullo por la gloriosa tradición de nuestros antepasados, que lucharon valientemente para expulsar a los invasores y defender la patria.
Los ideales del Presidente Ho Chi Minh, expresados en la Declaración de Independencia del 2 de septiembre de 1945, se han convertido en una gran fuerza para todo el pueblo vietnamita, permitiéndole superar todas las dificultades y desafíos y cumplir el juramento sagrado del Día de la Independencia: «Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar toda su energía y recursos, su vida y sus posesiones, a defender esa libertad e independencia». Con ese espíritu, la revolución vietnamita, bajo el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam y del gran Presidente Ho Chi Minh, ha logrado enormes avances de importancia histórica en los últimos 70 años.
En la actualidad, todo el Partido y todo el pueblo vietnamita continúan impulsando la renovación integral en un contexto internacional y regional complejo, que afecta directamente al país y genera tanto oportunidades como desafíos. Para aprovechar al máximo las oportunidades y superar las dificultades, necesitamos unirnos con determinación, promover la solidaridad nacional, impulsar la renovación integral y sincronizada, y esforzarnos por convertir a nuestro país en una nación industrializada moderna, mejorando la vida del pueblo. Debemos defender con firmeza y perseverancia la independencia, la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Socialista de Vietnam.
