El 2 de septiembre es el Día Nacional de Vietnam, en conmemoración de la histórica lectura de la Declaración de Independencia por el Presidente Ho Chi Minh en la plaza Ba Đình, Hanói, en 1945, dando origen a la República Democrática de Vietnam.
Tras el exitoso levantamiento de Hanói y el norte del país, el 25 de agosto de 1945, el Presidente Ho Chi Minh regresó de la zona de guerra a las afueras de Hanói. Al día siguiente, el Comité Central lo recibió en el segundo piso del número 48 de la calle Hàng Ngang, en Hanói, para dirigir directamente el movimiento. Presidió la reunión del Comité Permanente del Partido Central para discutir asuntos internos y externos, y decidió organizar urgentemente la presentación del gobierno provisional.
En la mañana del 2 de septiembre de 1945, cientos de miles de personas, con atuendos impecables y coloridos, ondeando banderas, se congregaron en la plaza Ba Đình de Hanói. Pancartas con fondo rojo y letras doradas en vietnamita, inglés, francés, chino y ruso adornaban las calles.
El entusiasmo y la determinación del pueblo se expresaban en lemas como: «Vietnam para los vietnamitas», «Independencia o muerte», «Apoyo al Presidente Ho Chi Minh». Se erigió una sencilla plataforma de madera en medio de la imponente plaza Ba Đình. Las fuerzas de seguridad y las unidades del Ejército de Liberación, con sus cascos y uniformes impecables, se alineaban frente a la plataforma. Los soldados revolucionarios que habían luchado valientemente en Bắc Sơn y Vụ Nhai, logrando victorias en Nà Ngần y Phai Khắt, ahora sostenían firmemente sus armas, con la determinación de proteger la recién nacida independencia. Más de 500.000 personas, representando a todos los estratos de la sociedad, esperaban con alegría y entusiasmo el nacimiento del nuevo régimen: la República Democrática de Vietnam.
A la misma hora, se celebraban grandes mítines en Huế, Saigón y otras ciudades. Millones de corazones latían con emoción, mirando hacia Hanói, esperando el momento más sagrado.
A las 2 de la tarde, el Presidente Ho Chi Minh y los líderes del gobierno provisional subieron a la plataforma. El himno nacional «Tiến Quân Ca» resonó con fuerza, y todas las miradas se dirigieron a la brillante bandera roja con la estrella dorada que se izaba lentamente al ritmo de la canción. Cientos de miles de manos se entrelazaron y se alzaron, mostrando determinación, voluntad férrea y respeto por la gloriosa bandera de la patria.
En la gran plataforma de la histórica plaza Ba Đình, ante la multitud reunida, el Presidente Ho Chi Minh, en nombre del gobierno provisional, leyó solemnemente la Declaración de Independencia, anunciando a la nación y al mundo entero que, a partir de ese momento, nacía la República Democrática de Vietnam.
El Presidente Ho Chi Minh afirmó: «Un pueblo que ha luchado valientemente contra el yugo colonial francés durante más de 80 años, un pueblo que ha luchado valientemente junto a los Aliados contra el fascismo durante años, ¡ese pueblo debe ser libre, ese pueblo debe ser independiente!… Vietnam tiene derecho a la libertad y la independencia, y de hecho se ha convertido en un país libre e independiente. Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar toda su energía y fuerza, su vida y sus bienes a defender esa libertad e independencia».
La mención del Día Nacional del 2 de septiembre evoca en el corazón de cada vietnamita sentimientos sagrados, emoción, orgullo y patriotismo. Es también una ocasión para que todos los vietnamitas, incluidos los que viven en el extranjero, se unan a la patria y recuerden a los héroes que se sacrificaron con valentía y agradezcan la labor del gran Tío Hồ, héroe nacional. Con la llegada del Día Nacional, recordemos el significado histórico de esta importante celebración.
Para todo vietnamita, el 2 de septiembre tiene un significado imborrable. El 2 de septiembre de 1945 pasó a la historia como el día de la independencia nacional, que puso fin al régimen colonial feudal en el país y marcó el comienzo de una nueva era: la era de la independencia nacional y el socialismo. En la histórica plaza Ba Đình, ante más de 500.000 personas, el presidente Ho Chi Minh, en nombre del gobierno provisional, leyó la Declaración de Independencia, proclamando al pueblo vietnamita y al mundo el nacimiento de la República Democrática de Vietnam. Dada su importancia histórica, el 2 de septiembre se convirtió en el Día Nacional de Vietnam. El 2 de septiembre es un hito brillante, un «testigo de la historia». Aunque el tiempo ha pasado, las gloriosas hazañas de la nación perduran, junto con la inmortal declaración que las generaciones futuras nunca olvidarán.
El Día Nacional del 2 de septiembre no solo tiene un gran significado histórico, sino que también sirve como recordatorio para la generación joven actual, que nació en tiempos de paz y no ha presenciado la división del país, las armas y la guerra. Deben estudiar y formarse constantemente para ser dignos de las palabras del presidente Ho Chi Minh: «Donde se necesite a la juventud, allí estará; cualquier tarea difícil, la juventud la realizará». También debe educarse en el orgullo por la gloriosa tradición de nuestros antepasados, que lucharon con valentía e indomables para expulsar a los invasores y defender la patria.
Las ideas del Presidente Ho Chi Minh en la Declaración de Independencia del 2 de septiembre de 1945 se convirtieron en una gran fuerza para todo el pueblo vietnamita, permitiéndole superar todas las dificultades y desafíos, y cumplir el juramento sagrado del Día de la Independencia: «Todo el pueblo vietnamita está decidido a dedicar toda su energía y fuerza, su vida y sus bienes a defender esa libertad e independencia». Con ese espíritu, la revolución vietnamita, bajo el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam y del gran Presidente Ho Chi Minh, ha logrado grandes logros de importancia histórica durante más de 70 años.
En la actualidad, todo el Partido y todo el pueblo siguen impulsando la causa de la renovación integral en un contexto en el que la situación mundial y regional seguirá siendo muy compleja, afectando directamente a nuestro país y creando tanto oportunidades como desafíos. Para aprovechar y promover al máximo las oportunidades y ventajas, y superar las dificultades y los desafíos, necesitamos unirnos con una alta determinación, promover la fuerza de la unidad nacional, impulsar de forma integral y sincrónica la causa de la renovación, esforzarnos por convertir pronto a nuestro país en un país industrializado moderno y mejorar la vida del pueblo. Debemos luchar con determinación y perseverancia para defender la independencia, la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Socialista de Vietnam.